El funcionario del Ministerio de Salud, Luis Velázquez, señaló a NPY que el informe es claro con respecto a que la habilitación no fue un montaje y asegura que cada una de las cuestiones que la Superintendencia de Salud pone por escrito ellos las van a levantar y superar.
Pese a tratarse de una auditoria cerrada, el funcionario, bastante ofuscado, aseguró que no se van a quedar con el resultado, el cual cuestionó, ya que asegura que solo le hicieron tres preguntas al respecto.
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— NPY Oficial (@npyoficial) April 30, 2025
♦️ Uno de los apartados señala que la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal fue habilitada sin el cumplimiento efectivo y documentación de requisitos establecidos por la normativa… pic.twitter.com/5hMDBX40VI
Incluso recalcó que ante el Congreso respondieron a preguntas mucho más extensas y específicas y que se dio un informe completo, mientras que durante la auditoría solo le hicieron preguntas sin el expertís suficiente.
“Tendrán que retractarse si es que está mal, a mí lo que esté escrito será respondido por escrito”, adelantó el funcionario.
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Entre tanto, aseguró que su trabajo terminó con la habilitación de la Terapia Neonatal, que en ese momento estaba en condiciones para funcionar, pero que todo lo que posteriormente se quiera modificar, nuevamente ellos debían inspeccionar.
“Yo quiero aclarar que yo no atribuí ninguna consecuencia de la muerte porque no es mi trabajo, yo no estoy en esa dirección, mi trabajo termina el 20 de febrero con la habilitación, es como que yo te habilite a vos un consultorio, todo lo que quieras modificar vos después lo podrás hacer y lo tendrás que hacer para que yo pueda hacer una nueva inspección, pero yo no tengo competencias para hacer auditorías médicas”, recalcó.
Cuestiones médicas
El viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, Saúl Recalde, expresó a Monumental 1080 AM que recibieron el informe de auditoría y que vio una serie de situaciones que fueron objetadas, pero se tiene las pruebas para ese proceso de evaluación en relación con los plazos y protocolos.
“Todas las acciones realizadas por la neonatóloga cumplieron los protocolos”, según explicó Saúl Recalde, viceministro de Atención Integral a la Salud.
A su vez, dijo que la objeción que se hizo fue sobre el sellado de una puerta que se podía hacer en un par de horas y para lo cual fue cerrada la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal por 48 horas y remarcó que no se necesitaba el cierra total de la terapia.
“La atención médica fue hecha por un profesional médico en donde cumplieron todos los pasos, en tiempo y forma”, expresó Recalde.
Finalmente, dijo que las medidas istrativas fueron tomadas desde el momento del incidente.
¿Qué dice la auditoría?
La auditoría hecha por la Superintendencia de Salud al Hospital Regional de Villarrica tras el caso de la muerte de un niño que fue atendido en la Unidad de Terapia Neonatal, que no estaba en funcionamiento, señala en su informe la posible influencia de factores no técnicos en su habilitación.
“La coincidencia entre la fecha de habilitación, 20 de febrero, y la inauguración oficial con cobertura mediática junto con la celeridad de las verificaciones en un intervalo de 24 horas sugiere una planificación deficiente o apresurada que podría haber condicionado a la objetividad del acto técnico de habilitación”, se señala en el documento.
Además, en el apartado de conclusiones de la auditoria se manifiesta que la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Hospital Regional de Villarrica fue habilitada sin el cumplimiento efectivo y documentación de los requisitos establecidos por la normativa vigente, lo que representó una habilitación prematura, sin garantía de operatividad real al momento de la misma.
A su vez, se señala que al momento de su inauguración, la Unidad no se encontraba inscrita en el Registro Nacional de Entidades Prestadoras de Servicio de Salud, lo que configura una transgresión al marco reglamentario que rige a los establecimientos sujetos a supervisión por parte de la Superintendencia de Salud.
Se verificó además una “desarticulación funcional” entre las instancias del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, reflejada en la falta de comunicación formal, y la Dirección General de Redes y Servicios sobre la habilitación, operatividad y posterior cierre de la UTI, lo que evidencia debilidades estructurales en la gobernanza y en el trabajo en red.
Sobre el caso del bebé fallecido, se menciona que la UTI Neonatal no estuvo disponible para la atención del neonato, lo que obligó a una derivación urgente y evidenció “una falta de planificación, ausencia de protocolos operativos y debilidad en la gestión institucional de recurso habilitado”.
De igual modo, sobre el Sistema de Emergencias (SEME) se considera que la respuesta fue inadecuada al registrarse demoras evitables, problemas logísticos y falta de coordinación.