@rodrigohoudin
Fotos: Fernando Calistro.
Multimedia: Fabian Fleitas.
Tras kilómetros de polvorientos caminos y luego de visitar el Fortín Boquerón, con espíritu patriótico engrandecido, nos dirigimos hasta el asilo de ancianos Rincón de Paz, donde según pobladores del departamento de Boquerón viven dos excombatientes de la Guerra del Chaco, con el agregado de ser oriundos de la zona.
Al llegar al kilómetro 423 de la ruta Transchaco (ruta 9) ingresamos en un camino interno que nos conduce hasta la calle San Roque de Villa Boquerón, también conocida como cruce Loma Plata. Allí, casi en medio de la nada, se encuentra el hogar donde viven Plutarca Martínez y Ricardo Araújo, dos excombatientes de la Guerra del Chaco, tierra donde nacieron, por la cual lucharon y donde en la actualidad pasan penurias.
En una de las habitaciones, ubicadas en un amplio pasillo, nos recibe con mucha alegría Plutarca Martínez, quien no puede ocultar su felicidad al saber que alguien la fue a visitar. Tras comentarle que queríamos hablar sobre su experiencia en la guerra, ella nos responde en guaraní: “Heta mba`e che mandu`a” (“Me acuerdo de muchas cosas”).
Con mucho orgullo la mujer nos relata que ella tiene 102 años y que fue enfermera durante la contienda.
“En la guerra yo era enfermera. Muchos sacrificios tuvimos. Lluvias y frío, sed, calor. Recorríamos en camioneta para atender a los enfermos y los llevábamos hasta Isla Po`i y de ahí los trasladábamos hasta Asunción y Concepción”, resalta.
Plutarca aún recuerda que recibía un salario de 300 pesos por sus funciones como enfermera. Comenta que ella es oriunda de Villa San Miguel, departamento de Boquerón y que vivió durante varios años en Loma Plata.
“Algo grande en este mundo es haber defendido nuestro pueblo de los bolivianos. Y ahora los bolivianos son muy amigos de los paraguayos”, resalta la excombatiente, quien expresó su sorpresa porque haya llegado la paz tras las duras batallas que le tocó vivir durante la contienda por el Chaco Boreal.
“Muchos paraguayos murieron en la guerra y después los bolivianos terminaron porque pasaban sed y estaban enfermos. Muchos sacrificios pasé en la guerra. Muchos de mis prójimos murieron por defender su pueblo. Nosotros llevábamos en un cuaderno la lista de muertos para contarles a sus familias después de la guerra. Las madres lloraban amargamente y nosotros también llorábamos con ellas”, rememora entre sus más tristes recuerdos.
Alojado en otra de las habitaciones del asilo se encuentra Ricardo Araújo (99), oriundo de la zona de Puerto Antequera. El mismo relata que le tocó acoplarse a la contienda en su etapa final, cuando apenas tenía 17 años. “Cuando ya se terminó la guerra me tocó llevar a prisioneros desde Pitiantuta hasta el Fortín Boquerón”, detalla.
“Yo estuve durante un tiempo dentro de una especie de habitación y desde una ventana debía vigilar. Después ya se hablaba de la paz y acompañamos a 100 prisioneros bolivianos, entre ellos muchas mujeres. Teníamos prohibido hacerles nada. Los dejamos en el Fortín Boquerón”, detalla.
No reciben asistencia económica del Estado
El hogar de ancianos Rincón de Paz es dependiente de la Municipalidad de Loma Plata y recibe eventualmente asistencia de la Gobernación de Boquerón. El mismo está situado a metros de un Puesto de Salud que atiende a sus nueve huéspedes, según explica Virgilia Sanabria Caballero.
La encargada comenta que ambos excombatientes fueron prácticamente olvidados por sus parientes. “Ellos no reciben el dinero como ex combatientes y ahora estamos peleando a ver si se les puede dar la pensión de tercera edad”, señala.
Virgilia Sanabria, quien se encarga del sitio desde hace varios años, comenta que deben “inventar” recursos para adquirir medicamentos o alimentos especiales para los ancianos.
“Sería bueno que ellos puedan recibir ese dinero para darles una mejor atención. Igual, aquí hacemos lo que está en nuestras manos”,
dice.Recuerda que Plutarca Martínez era su vecina en Villa San Miguel. “Ella era la partera del barrio, quien socorría a los enfermos. Siempre ayudó al prójimo”, dijo.
Respecto a Ricardo Araújo dijo que lo trajo del Hospital de Mariscal Estigarribia, donde estaba abandonado.
A pesar de estar sin la compañía de sus familiares y prácticamente olvidados por el Estado -que para cada acto conmemorativo los tienen como héroes-, estos ancianos, que son un claro ejemplo de patriotismo, expresan un profundo amor hacia su país, su tierra, sus orígenes.
Con orgullo, Plutarca y Ricardo relatan haber pasado penurias por defender a su país y aunque la paz llegó un 12 de junio de 1935, ellos siguen luchando en la tierra donde defendieron a su patria.
Datos relacionados
Paraguay y Bolivia disputaron la guerra por los límites del Chaco Boreal de 1932 a 1935. El 12 de junio de 1935 se firmó un protocolo para el cese de las hostilidades. El tratado final de paz se suscribió recién en 1938 y la definición de límites en el año 2009.
La región central sudamericana conocida como el Gran Chaco se divide de norte a sur en tres regiones: Chaco Boreal -al norte del río Pilcomayo-, Chaco Central -entre ese río y el río Bermejo- y Chaco Austral -al sur de este último-. El área disputada entre Bolivia y Paraguay correspondió exclusivamente al Chaco Boreal.
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