–¿Cuál es su lectura sobre por qué EEUU ofrece ahora USD 10 millones por información sobre financiamiento a Hezbolá en la Triple Frontera paraguaya, argentina y brasileña?
–Sin duda alguna es una decisión en el marco de la nueva política del presidente Trump orientada a reactivar y fortalecer la lucha y cooperación internacional contra el terrorismo.
–¿Existió algún elemento específico que encendió la alerta?
–Son las evidencias que de tiempo atrás tienen los organismos de seguridad y justicia sobre la presencia de Hezbolá no solo en la frontera tripartita, sino también en Latinoamérica y el Caribe.
–¿Qué más podría haber detrás de todo esto?
–La imperiosa necesidad de lograr una cooperación más efectiva por parte de los Estados para combatir el terrorismo internacional.
–¿Cuál es su opinión respecto de la otra oferta de recompensa lanzada por EEUU, de USD 2 millones, por información para capturar a Sebastián Marset?
–Es una extraordinaria y necesaria medida para lograr su captura y colaboración con la Justicia de Estados Unidos en materia de corrupción, narcotráfico y contrabando.
–¿Cómo ha funcionado para EEUU y otros países este sistema de recompensas?
–Ha sido la estrategia más efectiva para obtener colaboración de los ciudadanos.
–¿Qué piensa de la extradición de la esposa de Marset al Paraguay y las connotaciones judiciales a nivel internacional?
–Ha sido una decisión clave que coadyuvará en la captura de Marset y, en consecuencia, su colaboración con la Justicia.
–¿Cómo ve la forma de encarar la lucha contra el crimen organizado de la nueva istración de Donald Trump en EEUU?
–Sumamente estratégica y determinante. Era necesario recuperar el carácter y la firmeza contra las mafias del crimen y la violencia a nivel global.
–¿Qué piensa de la reacción de países como México, Colombia y otros sobre estas políticas?
–Una cosa es la reacción política coyuntural y otra la imperante necesidad que en la práctica reconocen las autoridades de estos países para cooperar en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Deben ser conscientes de que de no contribuir a esta lucha global, serán descertificados, los recursos suspendidos, quedarán aislados de los esfuerzos integrados internacionales, y el crimen y el terrorismo los colocarán en jaque. La sociedad será la primera víctima.
–¿Qué rol ocupa o podría ocupar Paraguay en esta lucha?
–Paraguay tiene unos desafíos estratégicos por atender: El narcotráfico, el contrabando, la corrupción, el lavado de dinero y los sistemas de economía criminal. Es una oportunidad para aprovechar la cooperación de Estados Unidos y fortalecer su capacidad institucional, atacar la corrupción generalizada y proteger a su gente de la inseguridad, el crimen y la violencia.
–¿Qué tan importante es esta lucha para la supervivencia de la democracia?
–En el caso de Paraguay, es decisiva. Donde hay criminalidad es porque hay corrupción. Y la corrupción está carcomiendo la institucionalidad en Paraguay. Esa es la primera tarea, derrotar la hidra de mil cabezas representada en la corrupción. De lo contrario, la democracia seguirá de cabezas hacia Waterloo, hacia el abismo, y el crimen se apoderará de ella.