12 jun. 2025

Los peces saben sumar y restar, aunque solo del 1 al 5

Los peces mbuna cebra y las rayas de agua dulce son capaces de sumar y restar los números del uno al cinco, lo que sitúa sus capacidades numéricas a la par de otras especies de vertebrados e invertebrados.

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Los peces mbuna cebra y las rayas de agua dulce son capaces de sumar y restar los números del uno al cinco.

Foto: Pixabay

Un estudio que publica Scientific Reports probó si ocho mbuna cebra (Pseudotropheus zebra) y otras tantas rayas de agua dulce (Potamotrygon motoro) podían ser entrenados para efectuar esas operaciones matemáticas sencillas.

Los animales tenían que aprender a reconocer el color azul como símbolo de adición por un factor de uno y el color amarillo de sustracción por el mismo factor.

A continuación se les mostraban tarjetas con formas azules o amarillas y se les presentaban dos puertas que contenían tarjetas con diferentes números de formas, una de las cuales era la respuesta correcta y si la elegían recibían un recompensa.

Si a un pez se le mostraba una tarjeta con tres formas azules, sumaba uno a tres y nadaba a través de una puerta que contenía la tarjeta con cuatro formas.

Seis de los mbunas cebra y tres de las rayas aprendieron a asociar sistemáticamente el azul con la suma y el amarillo con la resta. Los primeros aprendieron la diferencia en una media de 28 sesiones y los segundos en 68.

En general, los peces obtuvieron buenos resultados, aunque la adición se aprendió con más facilidad que la sustracción y el rendimiento de cada pez varió más entre los mbuna cebra que entre las rayas.

En las sumas, los mbuna cebra seleccionaron la respuesta correcta en un 78 % de las pruebas y las rayas en un 94 %.

Las restas lograron una tasa de aciertos del 69 % para los mbuna cebra y del 89 % de las rayas.

Los autores del estudio, de la Universidad de Bonn, especulan que las capacidades numéricas no son muy importantes para estas especies, aunque sugieren que podrían ayudar a reconocer a los peces por su aspecto, por ejemplo, contando las rayas o las manchas del cuerpo.

Los resultado se suman -escriben- al creciente número de pruebas que indican que es necesario revisar las capacidades cognitivas y la sensibilidad de los peces.

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