EFE y AFP
WASHINGTON
Un batallón del cuerpo de Marines estadounidense se unió este lunes a los más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional desplegados en el condado de Los Ángeles bajo el argumento de contener las protestas contra las recientes redadas migratorias, informó el Departamento de Defensa.
“El Comando Norte de EE.UU. ha activado el batallón de Infantería de Marina que se declaró en estado de alerta durante el fin de semana”, explicó el Pentágono en un comunicado, en el que se detalla que “aproximadamente 700 infantes de marina” se integrarán con las fuerzas de la Guardia Nacional “que están protegiendo al personal y la propiedad federales en el área metropolitana de Los Ángeles”.
COBERTURA CONTÍNUA. La “activación de los Marines” tiene como objetivo proporcionar al dispositivo de la Guardia Nacional que fue desplegado el domingo por el Departamento de Defensa por orden del presidente Donald Trump “un número suficiente de efectivos para brindar cobertura continua”.
El domingo Trump anunció el despliegue de 2.000 soldados de la Guardia Nacional de California para, según él, contrarrestar manifestaciones focalizadas, que ya fueron controladas y no representaban ningún problema de seguridad, contra las redadas migratorias en Los Ángeles, el condado más poblado de Estados Unidos con cerca de 10 millones de habitantes.
Trump opinó este lunes que la situación en Los Ángeles está “bajo control” tras los disturbios que se iniciaron tras las redadas migratorias del viernes y no descartó desplegar también a los Marines.
DEMANDA. Por su parte, las autoridades del estado de California presentaron este mismo lunes una demanda contra el presidente por desplegar de manera “ilegal” a la Guardia Nacional bajo el argumento de contener las protestas.
En los últimos días representantes de la Casa Blanca han amenazado con arrestar al gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, la también demócrata Karen Bass, por lo que consideran esfuerzos insuficientes por su parte para sofocar las protestas.
Desde hace varios años, como presidente o candidato, Trump habla de utilizar al ejército para operaciones policiales. En su primer mandato en la Casa Blanca (2017-2021) no lo hizo.
Esta vez parece decidido a desplegar al máximo sus prerrogativas de “comandante en jefe”, con el envío de tropas, pero también tomando decisiones simbólicas.
Para el entorno del presidente, la lucha contra la migración ilegal equivale a una batalla por la “civilización” que justifica todos los medios.
“Los Ángeles es la prueba que necesitas de que la migración masiva deshace sociedades (...) Si no se soluciona el problema de la migración, no se podrá solucionar ni salvar nada más”, escribió el domingo su asesor Stephen Miller en la red social X.
“Lo creas o no, California solía ser un paraíso” y “la migración masiva nos ha llevado a donde estamos ahora”, añadió Miller este lunes.
Bastión demócrata y progresista
California es un bastión demócrata, aunque el presidente Donald Trump haya ganado terreno durante las últimas elecciones presidenciales. También está en la diana de la derecha radical estadounidense por sus políticas progresistas. En su red Truth Social, el presidente estadounidense ha atacado violentamente a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y al gobernador de California, Gavin Newsom, demócratas a los que considera “incompetentes” e incapaces de restablecer la calma.