“Si somos lo suficientemente conscientes, deberíamos trabajar juntos. Aquí es donde el multilateralismo debe permanecer y seguir siendo la respuesta clave a la situación”, declaró el presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), Jallal Toufiq, en rueda de prensa en Viena.
“Ningún país en este planeta puede manejar solo el problema de las drogas sintéticas (...) sin la cooperación no se puede resolver este problema”, insistió.
Toufiq hizo esas declaraciones al presentar el informe sobre la situación del mercado de las drogas del año 2024 elaborado por la JIFE, un órgano autónomo del sistema de Naciones Unidas encargado de velar por el cumplimiento de los tratados internacionales de control de estupefacientes.
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“Aún no nos estamos dando cuenta de la magnitud (del problema) de las drogas sintéticas que están entrando en los mercados a nivel mundial”, alertó.
Según el informe, en la UE se detectaron hasta ahora más de 500 nuevas sustancias psicoactivas sintéticas. Solo en 2023, 34 países notificaron 44 nuevas sustancias de ese tipo.
La producción mundial de fentanilo, un opioide sintético mas potente que la morfina, aumentó en 2023 hasta totalizar 2,6 toneladas, más del doble de la fabricada el año anterior (1,1 tonelada). Esta droga sigue en aumento en Estados Unidos, donde en 2023 causó la muerte por sobredosis de 107.543 personas.
El mismo año, en Asia oriental y suroriental se incautaron 190 toneladas de metanfetamina, la mayor cantidad jamás registrada, que supuso el 89% del total de incautaciones de drogas en la región.
El captagon, un psicoestimulante sintético fabricado sobre todo en Siria, está llegando cada vez más a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Turquía y Kuwait.
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“Estamos persiguiendo algo que tal vez nunca logremos atrapar”, comentó Toufiq al referirse a los serios problemas que plantea para la salud pública la expansión de las drogas sintéticas o “de diseño”.
“Estamos tratando con algo que es muy fácil de producir, muy fácil de diseñar, muy fácil de ocultar y muy fácil de traficar, y sustancias que son realmente muy potentes, muy adictivas y mortales”, explicó.
La Junta estimó probable que el consumo de drogas sintéticas supere en poco tiempo al de todas las demás de origen vegetal, lo cual conllevaría “consecuencias mortales”, según Toufiq.
La rapidez con la que se producen nuevas variantes cada día –resulta sencillo modificar las fórmulas de las moléculas para eludir los controles legales– coloca a las autoridades ante enormes dificultades.
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“El ritmo de aprobación de leyes y de aplicación de medidas de control” se queda a la zaga ante el que sería necesario para frenar la producción, el tráfico y la venta, indicó el alto funcionario.
También es extremadamente difícil la respuesta sanitaria, ya de por sí deficiente en muchas regiones del mundo, pues ni siquiera se sabe qué contienen esas sustancias ni exactamente cuáles son sus efectos, añadió.
“Nos falta conocimiento clínico sobre la respuesta de urgencia a esas sustancias, nos falta formación en muchos países y, sobre todo, nos faltan servicios de tratamiento en muchos países”, añadió.
Aranceles y fentanilo
Por otro lado, el presidente de la JIFE declinó responder si los aranceles impuestos por Washington a China, Canadá y México podrían contribuir a reducir la entrada de fentanilo y otros opiáceos sintéticos en Estados Unidos, tal y como ha insinuado el presidente de ese país, Donald Trump.
“Cualquier política que adopte cualquier país necesita tiempo para poder ser evaluada”, consideró tras recordar que la JIFE no comenta las medidas adoptadas por gobiernos.
“Ahora bien, el sentido común diría que los traficantes (de drogas) siempre encuentran una manera de evitar todo lo que se les imponga” y nuevamente, los aranceles, por supuesto, apuntan al comercio legal. Aquí estamos hablando de tráfico y comercio ilícitos (...). Veremos cómo esos aranceles afectan al tráfico”, comentó.
Toufiq resaltó asimismo que, en estos momentos, el auge de las drogas sintéticas se suma al de la cocaína, la droga más expandida y consumida después del cannabis.
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“Es necesario un marco coordinado con un enfoque equilibrado hacia la reducción de la demanda y la oferta (de drogas). La comunidad internacional debería comenzar a construir una estrategia coordinada integral”, subrayó el presidente de la JIFE.
Este llamamiento tiene lugar cuando la cooperación multilateral parece verse amenazada por la retirada de Estados Unidos y otros países de varios organismos internacionales.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió el pasado viernes de que la decisión del gobierno de Donald Trump de recortar drásticamente los programas de ayuda exterior va a afectar también a programas de lucha contra el narcotráfico, entre otros.
Fuente: EFE.
