En el mensaje de la esperanza, los jóvenes católicos expresan su dolor, exigen justicia por este feminicidio y claman por un mayor compromiso de las autoridades ante la creciente violencia que afecta especialmente a niños y adolescentes.
“Exigimos justicia y nos unimos al clamor de los que lloran”, expresaron con firmeza, señalando que la violencia ha desdibujado la paz en el país. “La vida y la dignidad humana no se negocian. ¿En qué momento hemos perdido el respeto por el sagrado valor de la vida humana hecha a imagen y semejanza de Dios?”, cuestionaron.
Lamentaron la pasividad de las instituciones ante casos de desapariciones. “La inacción, el retraso y la falta de respuestas también matan, esto los hace cómplices del sufrimiento de tantas familias que esperan noticias de sus seres queridos. No se pueden quedar indiferentes ante las desapariciones de niños y adolescentes”, denunciaron.
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Dirigiéndose a las familias, instaron a fortalecer el acompañamiento a los jóvenes, que los padres estén presentes en la vida de sus hijos, ''transmitan verdaderos valores desde el testimonio propio, busquen espacios de escucha y de diálogo real sin juzgarlos”. Y a los jóvenes, los animaron a buscar ayuda porque siempre va a haber ''alguien que quiera y pueda ayudarles”.
En medio del dolor, también compartieron un mensaje de fe. “Más allá del dolor, debemos confiar en la gracia de Dios pidiendo su paz”, destacando la necesidad de abrir espacios de prevención contra la violencia desde la Iglesia.
“Este doloroso hecho nos llama a retomar con fuerza la misión en las periferias… en la misión de construir la civilización del amor”.
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Finalmente, rindieron homenaje a María Fernanda, recordando su participación en el grupo juvenil de la Pastoral de Juventud de Coronel Oviedo. “Hoy lloramos por María Fernanda. Que su nombre así como el de tantos inocentes, no se borre de la memoria y nos despierte como sociedad”.
El mensaje termina llamando a todos los jóvenes y a la sociedad a no perder la esperanza y a apostar por el amor como fuerza transformadora. “Creemos firmemente que el amor es la única fuerza capaz de transformar el mundo y así como nos recuerda el Santo Padre León XIV, ‘el mal no prevalecerá’”.