03 jun. 2025

Un colmillo da la primera prueba de la migración anual de un animal extinto

Los mastodontes emigraban para aparearse. Así lo revela el análisis del colmillo de un ejemplar que murió en un combate hace unos 13.200 años, en lo que constituye la primera prueba de la migración anual de un ejemplar individual de un animal extinto.

mastodontes.jpg

Los mastodontes emigraban para aparearse.

Foto: www.abc.es.

Un estudio encabezado por científicos estadounidenses y que publica Pnas reconstruye con el análisis químico de partes de un colmillo la historia del conocido como mastodonte de Buesching, quien durante tres años recorrió anualmente 160 kilómetros desde su territorio natal, posiblemente para buscar pareja.

El mastodonte errante, un adulto de ocho toneladas y 34 años, murió en una pelea por el a sus parejas, cuando un adversario le perforó el lado derecho del cráneo con la punta de un colmillo, indica el estudio, y sus restos fueron descubiertos en Indiana (EEUU) en 1998.

Los expertos consideran probable que el noroeste de Indiana fuera el lugar preferido de apareamiento en verano para este animal.

“El resultado único de este estudio es que, por primera vez, hemos podido documentar la migración anual por tierra de un individuo de una especie extinta”, según el paleoecólogo de la Universidad de Cincinnati Joshua Miller, primer autor del estudio.

A través del estudio de uno de sus colmillos, usando nuevas técnicas de modelado y diversas herramientas geoquímicas, “hemos podido demostrar que los grandes mastodontes machos como Buesching emigraban cada año a los lugares de apareamiento”, agregó.

Los mastodontes, los mamuts y los elefantes modernos tienen dientes incisivos superiores alargados que emergen del cráneo como colmillos. En cada año de la vida se depositan en ellos nuevas capas de crecimiento, de forma parecida a los anillos de los troncos de los árboles.

Con el crecimiento, los elementos químicos de los árboles y arbustos con que se alimentaban y del agua que bebían se incorporaban a los tejidos de su cuerpo, incluidos los colmillos que crecían y se afilaban.

El equipo usó una fina sección longitudinal del colmillo derecho del animal, que tiene 2,8 metros de largo y está mejor conservado que el izquierdo.

El análisis de isótopos de estroncio y oxígeno permitió a los científicos reconstruir los patrones cambiantes de uso del paisaje durante dos períodos clave: la adolescencia y los últimos años de la edad adulta.

La estructura del colmillo

La composición y estructura del colmillo facilitan un salto en el tiempo, pues en él queda reflejado el crecimiento y el desarrollo del animal, así como su historia de cambios en el uso de la tierra y en el comportamiento.

Los análisis revelaron que el área de distribución original del mastodonte de Buesching estaba probablemente en el centro de Indiana. Al igual que los elefantes actuales, el joven macho permaneció cerca de su hogar hasta que se separó de la manada, liderada por la hembra, cuando era adolescente.

Una vez adulto y en solitario, se desplazaba más lejos y con mayor frecuencia, recorriendo a menudo casi 32 kilómetros al mes, según los investigadores.

Además, su uso del territorio variaba con las estaciones, incluida una expansión hacia el norte en una región exclusiva de verano que incluía partes del noreste de Indiana, el supuesto lugar de apareamiento.

“Cada vez que se llega a la estación cálida, el mastodonte Buesching se dirigía al mismo lugar repetidamente”, agregó Miller .

En los duros climas del Pleistoceno, la migración y otras formas de uso del paisaje según las estaciones fueron “probablemente fundamentales para el éxito reproductivo de los mastodontes y otros grandes mamíferos, indica el equipo.

Sin embargo, según el estudio, se sabe poco de cómo sus áreas de distribución geográfica y su movilidad fluctuaban estacionalmente o cambiaban con la madurez sexual.

Más contenido de esta sección
El Senado italiano aprobó el último jueves de forma definitiva la ley que endurece las penas por los delitos de maltrato y abuso contra los animales, con multas más elevadas y mayores penas de prisión, y que obliga al Estado a tutelar su bienestar al reconocerles expresamente una “protección jurídica autónoma”.
Cuatro organizaciones ambientales demandaron el miércoles al Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, denunciando que la autorización de extracción de petróleo y gas pone en peligro a las ballenas rorcual de Rice y las tortugas lora, especies endémicas del Golfo de México.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Hawái ha documentado cómo dos especies de tiburones, que rara vez se ven juntos –los enormes tiburones oceánicos y los tigre–, se juntaban para devorar los restos de un espécimen muerto junto a estas islas de Estados Unidos.
El hospital Jeroen Bosch, en la ciudad neerlandesa de Bolduque (Den Bosch), habilitó un espacio especial para encuentros entre pacientes enfermos y sus mascotas, y permitirá a partir de este miércoles las visitas de animales a sus dueños al considerar que esto puede ayudar psicológicamente durante el proceso de recuperación.
Un grupo de científicos descubrieron la mutación genética que hace naranjas a algunos gatos. Se trata de una alteración que no se da en ningún otro mamífero y que en su caso está vinculada al sexo, lo que la hace más frecuente entre los machos.
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) celebró el registro fotográfico del jagua yvyguy, también conocido como “perro vinagre”, en el Parque Nacional Serranía San Luis, ya que es el primer avistamiento en más de cuatro décadas.