Una niña de 11 años falleció y su hermana de 13 años se encuentra internada en estado reservado tras inhalar monóxido de carbono emitido por un brasero con carbón que colocaron dentro de la habitación durante la noche.
El hecho ocurrió en la comunidad indígena Chupa Pou, de Villa Ygatymi, Departamento de Canindeyú. Las niñas, de 11 y 13 años, encendieron un brasero con carbón dentro de la habitación para mitigar el frío. El uso de estos artefactos en espacios cerrados representa un grave riesgo para la salud.
El lamentable hecho ocurrió en la madrugada de este domingo. Alfredo Torales, padre de las menores, relató entre lágrimas que salió de su casa la noche anterior y al regresar, ya tarde, no advirtió que sus hijas habían introducido el brasero a la pieza para protegerse del intenso frío.
“Yo al llegar no revisé la pieza de mis hijas y esta mañana, como no se levantaban, las llamé. Ingresé y una ya no reaccionaba, mientras que la de 13 años aún estaba viva.
La trasladamos rápidamente al hospital, donde sigue internada. Lastimosamente, la menor de 11 años perdió la vida”, expresó Torales visiblemente consternado.
El uso de braseros con carbón encendido en ambientes cerrados representa un riesgo letal debido a la emisión de monóxido de carbono, un gas tóxico, inodoro e incoloro, que puede provocar desde mareos y pérdida del conocimiento hasta la muerte por asfixia. En este caso, el gas se acumuló durante la noche mientras las niñas dormían.
El Ministerio Público de Curuguaty ya abrió una investigación para esclarecer el hecho, aunque todo apunta a una intoxicación accidental.
Chupa Pou es una comunidad indígena que ha sido destacada por sus logros en participación ciudadana, sostenibilidad y cultura viva, pero hoy llora la pérdida de una de sus niñas. La comunidad se encuentra unida en el dolor y en la búsqueda de medidas que eviten que este tipo de tragedias se repitan.