En una entrevista que concedió a Canal Sur Radio desde Roma, donde participa en las congregaciones previas al cónclave, subrayó que no se debe aspirar a cargos por ambición personal.
Respecto a su posible elección según algunas publicaciones, el cardenal que misionó durante 20 años en Paraguay y que optó por la nacionalidad guaraní, se mostró escéptico y sereno, y reconoció que es habitual que se mencionen nombres en los medios, pero recordó el viejo dicho vaticano de que “el que entra Papa, sale cardenal”.
“No deberíamos mover un dedo para ocupar un determinado lugar dentro de la Iglesia”, declaró, desmarcándose así de cualquier campaña interna o especulación.
Defendió que el nuevo Papa debe ser una voz de Cristo, continuar las reformas de Francisco por su raíz evangélica y actuar como líder misionero y profético ante los desafíos globales.
En su opinión, la Iglesia debe salir de su zona de confort y volcarse hacia el mundo, denunciando las injusticias, como las políticas homófobas y el armamentismo, y promoviendo la fraternidad universal como base para la paz. ‘‘Debe ser misionera o no será la Iglesia de Jesucristo’’, afirmó.
López Romero también explicó cómo se está desarrollando el proceso previo al cónclave, al que solo podrán acceder los cardenales menores de 80 años. Participa desde el martes en reuniones diarias, donde los purpurados comparten visiones sobre el futuro de la Iglesia.
Comentó que tras el funeral del papa Francisco, previsto para el sábado, se celebrarán nueve días de duelo, durante los cuales continuarán estos encuentros preparatorios para la elección.
Con 72 años recién cumplidos, el religioso considera que su papel en este proceso será, con toda probabilidad, el de un votante más, aportando su visión, pero sin pretensiones de liderazgo.