En la oportunidad, Alonso Illueca, abogado y académico especializado en derecho internacional y derechos humanos de Panamá, apuntó a que los principales riesgos de lograr intercambios comerciales con China continental se centran en la democracia, la transparencia y los derechos humanos.
“Yo creo que una de las cosas fundamentales que tiene que tener en mente el Paraguay al momento de adentrarse en relaciones con nuevos actores es ponderar la importancia que le da a la democracia, a la transparencia, y a los derechos humanos en la formulación de su política económica. La experiencia general de América Latina al comerciar con China es mixta, para no decir negativa”, expresó en entrevista con Última Hora.
Sostuvo que, si bien el país asiático, con más de 1.400 millones de habitantes, resulta atractivo para cualquier economía, Taiwán, con 23 millones de habitantes, incluso termina siendo una economía mucho más atractiva, ya que constituye un mercado más democrático y transparente.
Señaló que en la experiencia de Panamá, pero que también se replicó en otros países, se ve la necesidad de diversificar los mercados y no mirar solamente hacia uno en particular. Mientras tanto, reconoció que el país asiático sí es un mercado competitivo en términos de ingresos, pero lamentó que la deficiencia está en la falta de una estrategia para que los países de la región puedan realmente incidir en ese mercado.
“Empobrecimiento”. Centa Rek, senadora, periodista y defensora del federalismo de Bolivia, señaló que, considerando a Paraguay como un “país hermano”, esperan que no cometa o transite por el mismo camino de “errores ya probados” cometidos por Bolivia en sus relaciones con China continental, tras la asunción de Evo Morales. En ese contexto, afirmó que comerciar con ese mercado asiático solo lleva a “un mayor empobrecimiento y al recorte de la democracia y de los derechos humanos”.
Detalló que, desde un principio de las relaciones de Bolivia con China, llamó la atención que los contratos de infraestructura contaban con cláusulas de confidencialidad, lo que para ellos significaba una total falta de transparencia, con “aspectos oscuros” que no eran revelados ni siquiera al Parlamento.
“Estas empresas han estado trabajando ya durante 20 años, pero gran parte de los materiales vienen desde China. No existe ese intercambio tecnológico o comercial que puede facilitar a nuestro pueblo”, advirtió la parlamentaria del vecino país.
El Foro “Paraguay y las Nuevas Oportunidades Económicas: El Rol de la Soberanía frente a China” fue organizado por el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (Idpps) y se desarrolló ayer en el Hotel Crowne Plaza de Asunción. El objetivo del encuentro fue analizar críticamente el avance de la influencia china en la región y sus implicancias económicas, políticas y sociales, con especial énfasis en el impacto sobre la soberanía de los países latinoamericanos, según apuntaron desde Idpps. Además de la legisladora de Bolivia y Alonso Illueca, también participaron como expositores Marcos Falcone, politólogo y analista liberal de Argentina, referente del pensamiento institucionalista en América Latina; el almirante Carlos Gamarra, ex comandante general de la Marina de Guerra del Perú, reconocido por su trayectoria en seguridad, defensa y soberanía nacional, y Gustavo Nakamura, politólogo peruano, consultor en políticas públicas y director del Centro de Innovación de Políticas Públicas. Además, participaron como comentaristas el economista Jorge Garicoche, asesor de la Asociación de Bancos (Asoban), entre otros reconocidos analistas, investigadores del escenario geopolitico y comercial.