La tensa relación en carpas del Partido Colorado cada vez se acentúa más y los desencuentros al menos por ahora son menos istrables, según el punto de vista del ex diputado y actual precandidato a intendente de Asunción Hugo Ramírez. Él define que la principal diferencia entre el cartismo y la disidencia es el carácter de sus líderes “tanto en la práctica como en la filosofía” de cómo coinciden la política. El cartismo es encabezado por “jefes” –expresa– y la disidencia por “líderes”, a la par que despotrica sobre cómo en la istración de Santiago Peña, y bajo la batuta de Horacio Cartes, el mercado desplaza al Estado. Para Ramírez, el Estado debe ser un componedor y la política no debe ser para buscar “ganancias”, sino para buscar la justicia social. Dijo que en la disidencia se desprende como verdadero líder Hugo Velázquez e instó a Mario Abdo Benítez a ser un árbitro y no alguien que quiera imponer candidatos“.
La disidencia, unidad y aprovechar el oficialismo desgastado
Para el ex diputado en la disidencia se van a granjear diferencias y llegarán a la candidatura única. Falta la firma, pero entre él y el diputado Daniel Centurión estarán las figuras. “Vamos a llegar unidos porque compartimos ánimos, sentimientos y maneras de pensar; hoy tenemos un faro, una brújula y sabemos claramente dónde queremos ir. Nuestra lealtad no yace en un presidente, sino en el pueblo, que es el que sufre con un déspota y progresa con un buen gobierno”, apuntó. Calificó como traidor al intendente de Asunción, Óscar Rodríguez, y afirmó que el cartismo no “cargará con una mochila tan pesada”. “La ceguera ante la traición fortalece al traidor y la incompetencia no puede ser premiada con lealtad ciega; por eso, HC le soltó la mano a Nenecho, que es una carga electoral para el movimiento”, dijo.
“Su istración pone en riego la coherencia del partido, ya que simboliza todo lo que la ciudadanía está pidiendo que se supere en la política. Vamos a deshipotecar Asunción. Nenecho empeñó la capital y nos tiene de rehenes”, consideró. “Honor Colorado tiene la posibilidad de lavarse la cara. HC tiene que despegarse de una desastrosa istración que ayudaron a sostener y con eso, tendrá más chances electorales”, sostuvo.
PASE DE FACTURA
“Nenecho perjudica al oficialismo y a todo el partido, incluida la disidencia porque cuando un intendente colorado gobierna mal, el desgaste lo pagamos todos. Igual creemos en nuestra fortaleza porque tenemos un objetivo claro, un rumbo definido que lo estamos desarrollando con un propósito de victoria. Lo que no vamos a hacer es insistir en el mismo modelo que fracasó”, dijo.
REFORMAS PROFUNDAS
Para el precandidato, la capital debe sufrir una transformación, pero para ello es necesario hacerla atractiva para las inversiones y para que la gente se quede a vivir y a trabajar en ella. Hoy, la Madre de Ciudades cuenta con 300.000 contribuyentes.
“La gente está sucia, fea y peligrosa. La gente sale a vivir a otras ciudades. Entonces, lo primero que hay que hacer es revitalizar la ciudad, es decir, repoblarla”, dijo. Culpó de un alto endeudamiento a Nenecho. “Con él, Asunción como nunca se endeudó, sumado a todas las istraciones juntas, es la que más endeudó a los asuncenos y es la que menos obras hizo”, afirmó. Sobre el subsidio del transporte público, indicó que hay que direccionar ese subsidio, ya que el 75% de los que transitan y se trasladan a Asunción ya lo hacen por otro medio de transporte.
FORMULA 2028: SEGUIR A QUIEN LIDERA Y CONSTRUYE
Ramírez es más afín a Hugo Velázquez y cree que el más guapo entre este y Arnoldo Wiens debe ser el candidato en 2028, pero para eso el ex presidente de la República Mario Abdo Benítez debe ser imparcial y dejar la cancha libre.
“En nuestro equipo, existen dos personas que pueden construir y dirigir la apasionada disidencia al gobierno. Marito debe dejar la cancha libre, que haya oportunidad para todos y respaldar en su momento al que supo construir adhesión popular y construcción política, y no apadrinar candidaturas anticipadas. Hugo Velázquez es el candidato natural, tiene el conocimiento técnico y la experiencia que le brindó haber sido parte de los tres poderes del Estado. La experiencia es finalmente la que le da la perspectiva, que es fundamental en la gestión pública. De Arnoldo no puedo decir mucho. Creo que Marito y HV son los que tienen la capacidad de conducir una apasionada disidencia en el gobierno. El Paraguay hoy necesita de líderes y no de jefes. Al líder se le respeta, se le escucha, inspira y genera esperanza, no trae órdenes, sino presenta opciones”, manifestó.
LA INTERNA UNIRÁ AL PARTIDO
Pese a una división y que incluso el oficialismo usa su influencia en ciertos poderes para golpear al enemigo, para Ramírez es parte del folclore y que el partido siempre se comportó así, hasta que tras unas vibrantes internas ponen las cosas en su lugar.
“Es tentador ver maldad en el mando enemigo, pero siempre existe bondad y maldad en ambos bandos de cada guerra peleada. El Partido Colorado siempre se caracterizó con unas internas vibrantes y apasionantes, donde tuvimos la capacidad de poder congeniar los derrotados con los victoriosos y esa capacidad permite que siempre tengamos esa opción de poder”, remarcó. Sobre el copamiento que pervierte la democracia, opinó que se debe a la falta y carácter de la representación. “Existe hoy una mayoría amaestrada que concluye con un copamiento de las instituciones. Ese copamiento de las instituciones también es una oportunidad para el presidente Santi Peña para poder introducir cambios profundos y radicales que necesita la istración para que Paraguay empiece a progresar”, alegó.
LAS GANANCIAS POR SOBRE EL BIEN SOCIAL
“Hoy nosotros vemos que solamente importan las ganancias y no la justicia social. Creemos que se quiere reducir al mínimo la participación del Estado y nosotros creemos que el Estado tiene que ser un articulador para la mejor distribución de la riqueza”, indicó el ex diputado. El Estado debe ser un articulador para la mejor distribución de la riqueza, no un Estado que atropelle el mercado, no un Estado que colonice la economía, sino un Estado que garantice que la distribución sea equitativa”, señaló.