06 jun. 2025

Nacionalismo y prensa

La búsqueda de la identidad como distintivo cultural está en la génesis de la historia de la prensa como vehículo de comunicación de las ideas nacionalistas. En el caso paraguayo, a finales del XIX y principios del XX la literatura impone su presencia en el periodismo y de esta forma muchos pensadores colaboraron con los periódicos que aparecieron en el mencionado periodo histórico.

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El periódico La Nación hizo su aparición en el escenario político en noviembre de 1925.

Pedro R. Caballero
Historiador

En cuanto al periódico La Nación, este hizo su aparición en el escenario político del país en noviembre de 1925 y tenía como principio básico no adherirse a la anarquía disociante de los Partidos Liberal y Republicano. Este órgano de prensa estuvo conformado por “pensadores que censuraban a los partidos políticos tradicionales” , los mismos criticaban constantemente las acciones del Gobierno, sobre todo la inacción gubernamental en varios aspectos, especialmente lo relacionado a la defensa del Chaco y buscaban un nuevo orden en el país.

El Paraguay no se hallaba exento de las transformaciones ideológicas que afectaban al mundo en este periodo. La aparición de las ideas totalitarias repercutió en el Paraguay; conviviendo al mismo tiempo con otras ideologías. En medio de esta coyuntura, emergió La Nación como órgano de expresión de un grupo de intelectuales que veían que la realidad nacional atravesaba un momento incierto e incógnito y estaba amenazada por un conflicto que atentaba contra la soberanía nacional. El historiador Efraím Cardozo, al referirse sobre este periódico, expresó que “ocupaba en la prensa un sitial de fiscalizador severo de las actividades oficiales y nada ni nadie le impulsaría a abandonar su actitud crítica y discordante con cuanto le pareciera en oposición con sus orientaciones doctrinarias” .

El Nacionalismo del periódico La Nación

El pensamiento nacionalista mostrado por los hombres de este periódico se observa claramente en cada escrito suyo. Estos intelectuales sostenían que la soberanía nacional se encontraba en entredicho debido a la convergencia de varias corrientes que “ponían en serio riesgo la existencia del Paraguay como Nación; su independencia, su soberanía y su porvenir como pueblo libre” . Dentro estas corrientes, según los hombres de La Nación, se encontraban:

1. La conocida corriente histórica rioplatense que pretende negar al Paraguay su calidad de Nación y repudia las figuras de sus próceres y libertadores en una tentativa absurda de reconstruir el odiado y fenecido Virreinato del Río de la Plata, con hegemonía de Buenos Aires.

2. La corriente “legionarista”, sospechosa de “anexionista” y negativa de la personalidad histórica de la Nación, enseñoreada de la dirección superior de la cultura y de la Universidad paraguaya y obediente al dictado foráneo y hostil del Río de la Plata contra la patria paraguaya y sus libertadores.

3. La mentalidad de la derrota impuesta a la opinión paraguaya como fruto psicológico de la destrucción y arrasamiento del Paraguay de los próceres, por las fuerzas de la Triple Alianza, en su criminal empresa destructiva del país en la guerra de 1865 a 1870.

4. Las doctrinas políticas y sociales en boga, que amenazaban dislocar todo el sistema de las naciones libres y soberanas y extinguir los nacionalismos y las patrias .

De ahí la explicación de que los hombres de La Nación tomaran la bandera de la defensa nacional, a la que ellos consideraban amenazada. Fue necesaria la imposición de un nuevo orden, que estuviese relacionado con el pasado glorioso de la Nación paraguaya. Se observaba una lucha entre la concepción e interpretación del pasado nacional sostenida por las autoridades y la enarbolada por los nacionalistas conservadores, cuyo eco era La Nación.

Desde sus páginas, La Nación fustigaba, desde el modelo de Estado, hasta la educación impartida en los establecimientos educativos, por considerarlos como:

[...] la incubadora tenaz del negativismo histórico, del pesimismo político, del escepticismo moral y del egoísmo individual. La suprema manifestación de esos errores ha sido la formación de una clase intelectual política y social negativa, de cuyas filas se alimentó y robusteció la fatal tendencia “legionarista”, negadora de la NACIÓN, de su historia, de sus hombres y de sus destinos libres, independientes y soberanos .

Se observaba claramente una campaña de restauración histórica y cultural del país que trataba de desechar todo lo exótico o foráneo, que solo agravaba y profundizaba los males del país. Se buscaba crear un nuevo espíritu y mentalidad en el pueblo a partir de elementos netamente paraguayos; siendo los hombres de La Nación “los propagadores de una orientación nacional que enraíza en la obra de los Libertadores de la República y que se inspira en el pensamiento de los grandes precursores de la restauración moral, espiritual y material de la patria” .

La campaña reivindicativa del pasado nacional tuvo su fundamento en el hecho de la inacción gubernamental ante el avance boliviano en el Chaco. El Gobierno no amagaba dar respuesta alguna y la prensa oficialista tampoco atinó a realizar crítica alguna sobre la situación, en una clara política de sometimiento al Gobierno. Este hecho puntual era criticado constantemente por La Nación en sus números, en los que afirmaba constantemente la falta de atención y acción sobre el tema. “El gobierno, ni su prensa, ni el Partido que lo sostenía estaban decididos a defender el Chaco con la energía, con el coraje y con la resolución que la grave situación reclamaba” .

Por supuesto, la campaña sostenida por los hombres de La Nación apuntaba a despertar al Gobierno del letargo en el cual estaba sumido, para esbozar los preparativos de defensa en caso de un posible conflicto bélico con Bolivia, lo que en efecto ocurrió. Al mismo tiempo, esta campaña apuntaba a lograr la unidad nacional y fortalecer al pueblo paraguayo, pero ello dependía también, en gran medida, del cambio de mentalidad y la creación de un espíritu nacionalista, factores que estos intelectuales leyeron a la perfección.

El periodismo se constituyó en un elemento importante en el proceso de construcción y creación de nuevos imaginarios y representaciones sociales, como el caso de La Nación, en cuyas páginas emergió una idea de Nación, y una determinada propuesta para encarar su construcción.

Monte de López Moreira, María Graciela y otros. 2004. El Régimen Liberal 1870-1930. Sociedad, Economía y Cultura. Asunción, Ed. Arandura, p. 104

Entre ellos citamos a Adriano Irala Burgos, Juan Stefanich, Ángel Gorostiaga, Dr. Manuel Bedoya, Dr. Rogelio Vivieres, Néstor Riveros Dr. Germán Soler, Luís Romaguera, entre otros.

CARDOZO, Efraím.1956. 23 de octubre. Una página de Historia Contemporánea del Paraguay. Buenos Aires, Editorial Guayra, p.109.

STEFANICH, Juan. 1958. El 23 de octubre de 1931. Buenos Aires, Ed. Febrero, p. 89

STEFANICH, Juan. 1958. El 23 de octubre de 1931…Op. Cit. p. 90

STEFANICH, Juan. 1958. El 23 de octubre de 1931…Op. Cit. p. 92

STEFANICH, Juan. 1958. El 23 de octubre de 1931…Op. Cit. p. 93

Esta era la postura sostenida por los hombres de la nación, pero el gobierno de Eligio Ayala ya había establecido en julio de 1925 el Plan Nacional de Defensa, con la finalidad de preparar militarmente al país, ya con miras al posible conflicto armado con Bolivia, hecho que finalmente ocurrió.

STEFANICH, Juan. 1958. El 23 de octubre de 1931…Op. Cit. p. 130

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