22 may. 2025

Urgen las respuestas ante el total abandono de la capital del país

Lúgubre es la imagen que recibe a los visitantes de la ciudad de Asunción, y desalentadora es la sensación que queda en cada asunceno cuando recorre las calles de su centro histórico y comprueba tristemente que el abandono es absoluto y no se avizora la solución. Edificios deteriorados, casas antiguas abandonadas y calles en pésimo estado, basurales en las esquinas ya forman parte del paisaje diario en el microcentro de Asunción. La capital del país está desamparada y sus autoridades solo guardan un silencio cómplice.

Quien frecuenta el centro de Asunción puede comprobar que decir que el microcentro se encuentra en estado de profundo abandono no es una exageración. Y es que cuando se habla de la situación de la capital del país es muy difícil mostrarse optimista.
Una de las principales preocupaciones de la población, particularmente de quienes trabajan en la zona o se movilizan a diario por estos lugares, es la condición en que se encuentran varios edificios. Resulta preocupante no solamente por la imagen de terrible deterioro, por la imagen que ofrecen a los ojos de los visitantes, sino además por la peligrosidad que suponen.

Dos de estos se encuentran ubicados a escasas cuadras de dos emblemáticos edificios: El Palacio de Gobierno y el edificio del Congreso Nacional. Se trata, por un lado, de un edificio ubicado sobre la calle Benjamín Constant casi 15 de Agosto, el edificio de la antigua Cooperativa Multiactiva 17 de Mayo, de la Policía Nacional, se encuentra absolutamente insalubre, minado de todo tipo de residuos, además de que personas adictas utilizan como morada sus instalaciones; en general y a simple viste es evidente el peligro de derrumbe de dicha construcción.

El otro es el edificio Excelsior, desde hace varios años abandonado por el Ministerio de Educación, utilizado como aguantadero por personas que dejan todo tipo de residuos. El sitio está siendo desmantelado por personas que se llevan todo lo que encuentran, ventanas, puertas, estructuras de hierro, rios sanitarios y otros. El edificio desprende un repulsivo olor y también funciona como aguantadero. Mientras esto sucede, el Ministerio de Educación sigue pagando millones en alquileres.

En ambos casos institución alguna se hace cargo del grave problema, y la Municipalidad les brinda la impunidad absoluta.

De la misma manera, hay otros sitios importantes que se encuentran en similar situación. Se trata de Punta Karapã y la Loma San Jerónimo. Las obras en el Museo de José Asunción Flores se encuentran paradas desde su inicio cuando tras un derrumbe por una intensa lluvia se habían iniciado. La casa que fuera del músico creador d la guarania es un punto fundamental en la ciudad para turistas e interesados en la vida y obra de Flores. Otro punto de interés turístico y que requiere de trabajos de intervención y cuidados es el barrio Loma San Jerónimo. Allí, los vecinos señalan que no pueden contener la afluencia de turistas y que las calles no están en condiciones, indican asimismo que hay polución sonora e inseguridad.

Finalmente, otra muestra de la desidia de la istración del intendente, Óscar Nenecho Rodríguez, es el estado de abandono en el que se encuentra el Mercado Municipal N°5, ubicado en Nuestra Señora de la Asunción casi Novena. Según los comerciantes, no se hace limpieza constante en el lugar, pese al pago de los permisionarios por el canon de ocupación; el lugar se ve con pisos, paredes y techos sucios y deteriorados.

La situación que se vive en la capital es, sin duda, el resultado nefasto de la impunidad. Para quienes istran el Municipio no importan críticas ni reclamos de los ciudadanos. Se nota la indiferencia absoluta hacia las necesidades reales de los vecinos, producto asimismo de la falta de capacidad de gestión y la falta de transparencia que se expresa en la actual situación de crisis financiera. La Comuna recauda millones, pero nada invierte para dar bienestar a los vecinos que pagan sus impuestos.

Asunción necesita cambiar en forma urgente y el principio debe ser la forma de gestionar, la capital del país no se merece este estado de abandono, ni los ciudadanos son merecedores de tanta falta de respeto por parte de la Municipalidad.

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