Cada sábado, la explanada de la Municipalidad de Obligado, ubicada sobre la avenida Fulgencio Yegros, se convierte en el escenario de una feria que refleja el esfuerzo y la dedicación de más de 500 productores organizados en comités: La feria de la agricultura familiar. Esta actividad no solo dinamiza la economía local, sino que también promueve una alimentación saludable y fortalece el tejido social del distrito.
Los agricultores ofrecen productos frescos provenientes de sus propias fincas: Hortalizas, frutas, carnes, huevos, panificados, lácteos y embutidos, entre otros. Los clientes, ya habituados a la calidad, acuden semanalmente para abastecerse de alimentos directamente de manos campesinas.
La Secretaría de Agricultura de la Municipalidad de Obligado juega un rol clave en esta iniciativa. Su titular, el ingeniero Carlos Florentín, señaló: “Es un esfuerzo conjunto con los comités locales que fortalece la cohesión comunitaria y promueve la responsabilidad ambiental con una producción orgánica de mucha calidad que los señores agricultores exponen cada sábado en la feria”.
Además del suministro de plantines, la Secretaría brinda asesoramiento técnico permanente. “Tratamos de hacer nuestro trabajo con mucha dedicación en cada etapa, desde la siembra, pasando por el proceso de desarrollo y la entrega final de la producción a los consumidores. Es realmente irable y estimulante para la comunidad de Obligado la presencia de los productores con sus hortalizas, gallinas, huevos, carne de cerdo, lechones y otros derivados en la feria municipal de los sábados”, agregó el profesional.
Florentín también explicó el propósito central del proyecto: “El objetivo de la agricultura familiar es la comercialización de los productos agropecuarios producidos por los agricultores de las pequeñas fincas como verduras, frutas, carnes, embutidos, panificados, lácteos, gallinas, entre otros, para mejorar una mejor calidad de vida de las familias que se dedican a producir en pequeñas fincas”.
La feria nació como una alternativa concreta para facilitar la venta directa y sin intermediarios. “La idea era que los agricultores de la producción de alimentos en pequeñas fincas puedan tener una feria donde vender todo lo que traen para mejorar con sus ingresos la calidad de vida, por eso hemos organizado esta exposición que es muy exitosa cada sábado”, concluyó.
Este espacio de comercialización directa ha tenido un impacto notable: Genera ingresos dignos, promueve el consumo de alimentos sanos y fortalece la identidad de una comunidad que apuesta por la sostenibilidad y el trabajo en conjunto.