La experta reconoció que se busca brindar recursos efectivos a la central hidroeléctrica, pero mientras se habla de precios no se menciona el “precio de mercado” por la energía. Además, criticó que no se mencione la reposición del ferrocarril Carlos Antonio López, cuyas vías quedaron bajo agua por el embalse; ni tampoco se haga alusión a la deuda de la EBY, que ya debía estar saldada en 2014.
“Por qué no mencionan el ferrocarril paraguayo, que fue inundado, inutilizado por Yacyretá y que es una obra demasiado importante para la soberanía de Paraguay, para la logística de un país sin costa al mar como Paraguay. Se acuerdan de Aña Cuá nomás, que está bien, a nosotros también nos va a convenir que se produzca esa energía de Aña Cuá, pero el más desesperado por eso es Argentina, y cómo nuestros negociadores no aprovecharon para decir que también se va a usar la plata para reponernos el ferrocarril”, señaló Canese.
Igualmente, tanto Canese como el experto Victorio Oxilia Dávalos señalan su preocupación por el límite de 425 MW +-10% que podrá retirar la ANDE de Yacyretá tras la firma del acuerdo. “La ANDE se compromete a retirar menos que su 50%, ahí pusieron la cantidad de potencia que se compromete la ANDE a retirar, 425 MW, cuando que lo que le correspondería a Paraguay más o menos serían 1.400, o sea, es casi un tercio. ¿Y por qué? ¿Por qué nosotros vamos a autolimitarnos con nuestra energía, nuestro 50%?”, fustigó Canese.
A su turno, Oxilia Dávalos dijo que “el aspecto algo riesgoso (aunque asumo que está bien calculado por la ANDE) es el compromiso que nuestra empresa se impone en términos de energía que requerirá de Yacyretá en el año 2025”. “Básicamente, define que retirará hasta el 50% de la energía (aproximadamente el 25% del total de la energía que produce Yacyretá) que le corresponde pero sin embargo, y esto es bueno, que podrá retirar hasta el 100% de la potencia que le corresponde, en caso de necesidad”, explicó el experto.
El doctor Victorio Oxilia Dávalos también indicó que el acuerdo operativo firmado en la EBY brinda “previsibilidad de criterios generales hasta el 2029, en términos de condiciones de comercialización de la energía”. “Eso es importante para ambos sistemas, pero más aún para el sistema argentino. Hay que aclarar, de nuevo, que se trata de un incremento de pagos por parte de la ANDE y Cammesa. No de una tarifa”, señaló el también docente de la UNA. Añadió que el convenio “le parece positivo, asumiendo que el incremento de ingresos de la central se destinarían exclusivamente a obras de mantenimiento, al Plan de Rehabilitación de las Unidades Generadoras y a la terminación de las obras de Aña Cuá”. Finalmente, destacó que el acuerdo “maneja el rechazo (de parte de Paraguay) de la Nota Reversal del año 1992 de manera más clara y contundente inclusive que el Acuerdo Macri-Cartes”. “Se reconoce que ese aspecto tarifario no está resuelto hasta tanto se tengan documentos ratificados en ambos países”, opinó.